¿Estás pensando dejar el tabaco?

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Para algunos es suficiente hablar con nosotros una sola vez, mientras que otros prefieren tener varios contactos a lo largo del tiempo. La ayuda ofrecida por la Línea Dejar-de-fumar se basa en tu situación actual y tus necesidades. También ofrecemos asesoramiento sobre cómo reemplazar la nicotina y el uso de otros medicamentos para dejar de fumar. Ten en cuenta que no emitimos recetas ni damos consejos médicos. Para estos servicios, te remitimos a tu proveedor de servicios sanitarios.

Razones para dejar de fumar

Hay muchas razones para querer dejar el tabaco. No dudes en llamarnos, tanto si te ha aconsejado un médico que dejes de fumar, como si te preocupa tu salud o quieres gastar tu dinero en otras cosas que no sea tabaco.
Para algunos es un cambio de vida muy esperado; para otros puede parecer una tarea abrumadora. Y para algunos, ambas cosas.

Sentimientos encontrados

La mayoría de las personas que están pensando dejar el tabaco tienen sentimientos encontrados al respecto. La nicotina es altamente adictiva y afecta a los sistemas de recompensa del cerebro. El consumo de tabaco produce una sensación de satisfacción y la falta de nicotina puede provocar una sensación de malestar. Esto suele llevarte a seguir consumiendo tabaco a pesar de las consecuencias negativas que tiene en tu vida. Puedes tener todas las razones del mundo para dejar de fumar, pero puede parecer algo imposible de lograr. La buena noticia es que hay ayuda disponible. Utilizamos métodos basados en la evidencia para ayudarte a conseguir el cambio de conducta que deseas. Esto incluye apoyo ante las dificultades tanto físicas como psicológicas que puedas tener.

Beneficios para la salud al dejar de fumar

El humo del tabaco contiene muchas sustancias nocivas. El tabaquismo es uno de los mayores problemas de salud pública a nivel mundial. Las enfermedades relacionadas con el tabaquismo son la causa más común de muerte prematura. El tabaquismo aumenta el riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares, EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), diabetes y muchas otras enfermedades. Al dejar de fumar se reduce el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el tabaquismo.

Fumadores pasivos

Cuando una persona respira el humo del tabaco sin fumar, se le denomina fumador pasivo. Una persona que se expone de forma repetida y prolongada al humo del tabaco se expone al mismo tipo de riesgos para la salud que el fumador, aunque en menor medida. Los niños son especialmente vulnerables. Tienen un mayor riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante, asma, alergias, infecciones de oído y neumonía cuando se exponen al humo.

¿Fumas narguile?

Mucha gente cree que fumar narguile es menos peligroso que fumar cigarrillos. Pero el humo contiene el mismo tipo de sustancias peligrosas que el humo de los cigarrillos. Entre ellas se encuentran la nicotina, el alquitrán, el monóxido de carbono y los metales pesados. El agua no purifica el contenido del humo. Cuando se fuma narguile se producen grandes cantidades de humo que pueden dañar tanto al fumador como a las personas que se encuentran cerca.

¿Cómo dejar de consumir tabaco?

La mejor manera de dejar de consumir tabaco es aquella que consigue que lo dejes. Esto varía mucho según cada persona: no existe solo una forma correcta. Por lo general, se trata de encontrar una manera de controlar el deseo de consumir tabaco. Para ello, es muy importante aprender a aceptar los pensamientos y sentimientos de querer fumar. Si eres adicto al tabaco, el cambio puede requerir cierto esfuerzo.

Planificar con antelación

El esfuerzo que se requiere para dejar de fumar puede ser bastante grande. Por lo tanto, es recomendable dejar de fumar en un momento que se adapte a tu vida. Esto da una estructura al proceso y lo hace más fácil de entender y seguir. La investigación ha demostrado que vincular un cambio a un nuevo comienzo aumenta la probabilidad de tener éxito. Puede ser un cumpleaños, un año nuevo o simplemente el comienzo de la próxima semana. Esperar a sentir de forma espontánea que es el momento correcto puede suponer una larga espera.

Preparativos

Si te preparas antes de dejar de fumar, es más probable que tengas éxito. La forma de prepararse puede ser, por ejemplo, aprender a controlar los antojos, pedir ayuda a las personas de tu entorno, pedir consejo a tu médico/centro de salud y conseguir medicamentos. Parte de la preparación puede consistir en hacer que fumar sea más difícil y menos atractivo. Esto hace, al mismo tiempo, que no fumar sea más atractivo y gratificante. Por ejemplo:

• Elige fumar solo en lugares incómodos y de difícil acceso.
• Limpia y lava todo lo que huela a humo.
• Piensa en cómo te ves a ti mismo y cómo quieres vivir tu vida. Si esto incluye estar libre de humo, entonces abstenerte de fumar es lo que lo hará posible.
• Disfruta de la sensación de no fumar y nota los cambios positivos en tu cuerpo. Los notarás rápidamente.

Actividad física y consejos generales

Actividad física implica moverse para consumir energía. Todo movimiento es bueno. Tanto la actividad física moderada como la intensa mejoran la salud y pueden ayudar a dejar de fumar. La actividad física activa el sistema de recompensa del cuerpo y del cerebro de forma similar a la nicotina. Ayuda a aliviar tanto los síntomas de abstinencia como la sensación de malestar. Además, la actividad física es una forma saludable de distracción cuando se siente el impulso de fumar.

Otros consejos:

• Para mantener estables los niveles de azúcar en sangre, come con regularidad.
• Para evitar la deshidratación, bebe agua a menudo.
• Considera la posibilidad de utilizar un sustituto de la nicotina u otros medicamentos para dejar de fumar.

Sé amable contigo mismo

La dependencia del tabaco hace que tu cuerpo se resista al cambio. En la mayoría de los casos, esto implica un cierto malestar. Cuando se trata de luchar contra este malestar, a menudo se genera un mayor sufrimiento.

La mejor manera de afrontar el malestar es preocuparse de uno mismo. Una forma de reducir el sufrimiento es ser considerado y amable con uno mismo cuando se tienen dificultades.

• Ponte cómodo y trata de relajarte.
• Planifica actividades que te gusten.
• Deja que tu experiencia sea como tiene que ser, ya sea buena o mala.

Síntomas de abstinencia

La nicotina es altamente adictiva. Cuando consumes tabaco, tu cuerpo necesita la reposición regular de nicotina para sentirse normal. Esto significa que cuando dejas de consumir tabaco, tu cuerpo y tu cerebro tienen que reajustarse. Puedes sentirte irritable, cansado, desconcentrado, decaído e inquieto. También puedes sufrir dolor de cabeza, sudoración, malestar estomacal y una sensación general de malestar.

Un cambio sostenible a largo plazo

Dejar el tabaco constituye un reto para la mayoría de las personas. El proceso de adaptación puede ser bastante exigente, especialmente al principio. Pero el recuerdo del consumo de tabaco permanece en el cerebro y en el cuerpo durante mucho tiempo después de que se ha dejado de fumar. Esto significa que puedes sentir un fuerte impulso de consumir tabaco cuando menos lo esperas. Tal vez ya has experimentado esta sensación o es algo que te preocupa. Sin embargo, aunque sientas ese fuerte impulso, puedes seguir el camino que te has propuesto, y es bueno estar preparado para hacerlo.

Piensa en las situaciones que crees que te harán querer consumir tabaco, y planifica conductas alternativas que puedan ayudarte. Recuerda que es perfectamente normal sentir el impulso de consumir tabaco, y que puedes llamarnos para recibir apoyo y asesoramiento.

Contacta con nosotros

Es posible dejar el tabaco, aunque sea difícil. El proceso suele ser largo y puede haber dificultades en el camino. Recuerda que hay personas cualificadas que pueden ayudarte. Contar con un apoyo basado en pruebas a lo largo del camino mejorará tus posibilidades de éxito. No dudes en contactarnos.